Iron Order 1919 es un juego de estrategia a largo plazo. Esto significa que tu estrategia debe ser planificada con días o incluso semanas de antelación, y los movimientos de tropas pueden tardar horas en completarse.
La planificación, la paciencia y la práctica son las claves de la victoria.

Si juegas con tu smartphone, todo lo que tienes que hacer es tocar la unidad o la provincia a la que quieres dar órdenes. Aparecerá un menú con detalles sobre la unidad o la provincia, así como una serie de órdenes que puedes emitir. Si juegas con un PC o un Mac, puedes utilizar el ratón para hacer clic y arrastrar. Aquí tienes algunas maniobras sencillas que puedes realizar con tus tropas:

Mover: El comando más sencillo y esencial que podrías pedir. Simplemente pulsa sobre tu ejército y luego pulsa sobre "Mover". Ahora, toca sobre su destino. Si hay un ejército enemigo en su destino, entrarán automáticamente en combate cuando el enemigo esté a su alcance.

Atacar: En segundo lugar está el comando de Ataque. Es muy útil para las unidades a distancia, como la artillería o los dreadnoughts, y ordenará a tu unidad que se acerque lo suficiente para disparar con su armamento a distancia.

Fusión: Si quieres formar un ejército más grande con unidades más pequeñas, simplemente ordena a las unidades separadas que marchen hacia el mismo lugar. Al encontrarse con otro de tus ejércitos, se fusionarán en una fuerza mayor.

Marcha Forzada: Si necesitas llevar a tus tropas a algún lugar con prisa, la orden de Marcha Forzada aumentará su velocidad de movimiento en un 50%, a costa del daño por desgaste. Esto es excelente para apresurarse a defender un territorio, pero su uso excesivo puede hacer más daño que bien.

Embarcarse: Cuando tu objetivo esté en el extranjero, simplemente ordena a tus tropas que se muevan hacia allí y automáticamente embarcarán en naves de tropas requisadas, y viajarán a su destino.

Tus unidades se curarán lentamente con el tiempo mientras estén estacionadas en territorio amigo, mientras que tus barcos y submarinos regenerarán su salud mientras estén en el mar.
Si necesitas refuerzos rápidamente, también puedes usar Oro para restaurar instantáneamente una parte de la salud de tu ejército.

Seamos claros: hay muchas formas diferentes de jugar, y ningún estilo de juego en particular se considera el mejor. Dependiendo de tu posición inicial y de cómo te guste jugar, descubrirás que todas las unidades disponibles tienen sus propias ventajas y pueden cambiar el juego si se utilizan correctamente. Por supuesto, esto requerirá un poco de experimentación, así que permíteme empezar con un breve resumen de los tipos de unidades que puedes usar en el juego.

Conquista: Estas unidades, principalmente de infantería, luchan bien a la defensiva y son las únicas que pueden tomar territorio. Desde la dura y barata milicia, pasando por la versátil y veloz infantería motorizada, hasta los comandos especializados, las unidades de Conquista formarán la columna vertebral de tu ejército en la mayoría de tus batallas.

Combate: La espada de tu escudo, las unidades de combate golpean con fuerza y pueden recibir una verdadera paliza. Aunque no pueden tomar territorio por sí mismas, están especializadas en despejar a los defensores del territorio enemigo y abrir un camino para tu infantería. En esta categoría puedes ver desde el rápido tanque ligero, pasando por el robusto y fiable mech medio, hasta el legendario Titán.

Apoyo: En teoría, puedes ganar una guerra sólo con unidades de Conquista y Combate, pero si quieres ganarla bien, vas a necesitar algo de Apoyo. Aunque estas unidades no se desenvuelven demasiado bien en el combate directo, cada una tiene ventajas únicas que te darán ventaja. La artillería será tu primera unidad de combate a distancia, permitiéndote disparar a los enemigos sin recibir daño a cambio, lo que es perfecto para ablandar una posición defensiva, mientras que los cañones antimecánicos son especialistas en derribar unidades blindadas. Aprende a dominar tus unidades de apoyo y dominarás el campo de batalla.

Aviones: Rápidos, pero frágiles, los aviones pueden dar a tu ejército una versatilidad incomparable, permitiéndote responder a las amenazas mucho más rápido que cualquier cosa en tierra. Tus bombarderos pueden pulverizar las posiciones defensivas enemigas, mientras que tus interceptores impedirán que los bombarderos enemigos te hagan lo mismo, y la fortaleza voladora es, bueno, exactamente eso. Sólo tienes que asegurarte de que tus aviones no queden atrapados en tierra.

Naval: Para muchos imperios, gobernar las olas será tan vital como controlar la tierra. En esta categoría, encontrarás el acorazado, un buque de guerra de largo alcance que puede formar un núcleo sólido para tu Armada, así como destructores para ayudar a contrarrestar los submarinos y aviones enemigos. Con un poco de investigación e inversión, también podrás disponer del versátil e imprevisible Leviatán y del imponente Portaaviones.

Los recursos son generados por ciertas provincias rurales, y siempre en las ciudades. Puedes ver qué recursos se generan mirando el pequeño icono al lado del centro de la provincia. Utiliza tus demandas de recursos para planificar tus invasiones, y asegúrate de que construyes industria en tus ciudades, y tendrás todos los recursos que necesitas para llevar a cabo tu campaña.

Pues es muy sencillo. Todo lo que tienes que hacer es tomar el mundo. Tomar y mantener un territorio te hará ganar puntos de victoria, y superar el umbral de victoria que aparece en el periódico hará que la partida termine al cambio de día, contigo como vencedor.