Tus unidades son tus ojos, tu espada y tu escudo. Cada unidad del mapa representa a un grupo de soldados leales, decididos e intrépidos, que han tomado las armas en defensa de tu estimado imperio. Defenderán tus fronteras, tomarán y mantendrán el territorio, explorarán las posiciones enemigas y asegurarán tu dominio en el escenario global.

Cada unidad tiene dos círculos a su alrededor, que representan su alcance visual. El círculo más exterior, que aparecerá más claro que la niebla de guerra, pero más oscuro que el círculo interior, mostrará las posiciones de los ejércitos enemigos en su radio de acción.

Estos estarán representados por una colección de sprites translúcidos, con un signo de interrogación. Esto significa que aunque tus tropas han informado de la presencia de un grupo de ejércitos enemigos, no están lo suficientemente cerca como para identificar números o tipos de tropas.

Una vez que una unidad entre en el círculo interior, todos los detalles sobre el ejército quedarán claros. Podrás ver cuántas unidades están presentes, su moral y los tipos de tropas que componen la unidad.

En términos organizativos, se pueden dividir en tres ramas principales.

Tus tropas de tierra realizarán la mayor parte del trabajo en el campo de batalla. Desde la infantería de a pie, pasando por los carros de combate y los tanques, hasta la artillería, estas unidades entrarán en acción en todos los rincones del mundo.

Los carros blindados, por ejemplo, tienen un amplio alcance visual, y con su velocidad y blindaje, son muy adecuados para correr a la defensa de tus provincias, y patrullar tus fronteras, mientras que tus brigadas de tanques no tienen igual a la hora de romper las líneas defensivas enemigas y forjar un camino para tu infantería.

Estas unidades también pueden ser apoyadas por el bombardeo de largo alcance de tu artillería. Tómate un tiempo para revisar las tropas que tienes disponibles. Las armas combinadas están a la orden del día, así que experimenta con diferentes composiciones de ejército y ve lo que te funciona.

Las naciones insulares reciben esta lección pronto, y otros imperios se enteran un poco más tarde en su campaña: No se puede dominar el mundo sin dominar primero las olas.

Los Cruiser y Battleships pueden bombardear las provincias costeras y destrozar a los defensores sin miedo a las represalias, mientras que los submarinos pueden emboscar y destruir los barcos de transporte con una eficacia despiadada, todo ello mientras evaden la detección. Dominar los mares significa que controlas quién puede viajar a dónde, y ciertamente no debes ser secundado.

El poder aéreo se encontraba en una fase experimental durante la Primera Guerra Mundial, y muchos comandantes preferían evitar los biplanos de madera y lona en favor de métodos de lucha más tradicionales.
Esos comandantes, por supuesto, aprenderían sus errores por las malas.

Aunque es vulnerable, muy poco se puede comparar con el impacto de un bombardeo sostenido desde el aire, y tus tropas lo tendrán mucho más fácil para avanzar si los cielos están llenos de tus aviones, y no de los del enemigo. Confía en tus figthers para mantener tu espacio aéreo, y apóyate en tus bombarderos cuando necesites eliminar a algunos defensores especialmente obstinados.

Ninguna brigada puede darte la victoria por sí sola, por lo que debes dominar todas las opciones disponibles para derrotar a tus enemigos y tomar el control del juego.

Buena suerte, General.