Los recursos son fundamentales para tu esfuerzo bélico. Sin ellos, no puedes construir nuevas estructuras, reclutar soldados o alimentar a tus tropas actuales. Tendrás que vigilar de cerca tus recursos para tener alguna posibilidad de victoria.

Entonces, ¿cómo se adquieren estos recursos?

La forma más básica de asegurarse de que la oferta satisface la demanda es ampliar tu territorio. Aunque esto puede ser costoso en términos de los recursos que tienes, algunas provincias suministran una gran cantidad de un recurso en particular. Puedes ver qué recursos están presentes en cada provincia haciendo zoom y echando un vistazo al pequeño icono junto al centro de la provincia.

El siguiente paso sería mejorar las provincias y las cadenas de suministro que controlas. La construcción de ferrocarriles, puertos y fábricas aumentará tus suministros, y la mejora de la moral de tu provincia aumentará su capacidad de fabricación. Así que mantén tus edificios mejorados y tus provincias contentas, y los suministros llegarán a raudales.

No olvides que tus edificios activos también pueden requerir mantenimiento, así que si te estás quedando sin grano, desactiva tus barracones y estira aún más tus reservas de alimentos.
Si estás en un aprieto y necesitas recursos rápidamente, también puedes comerciar con ellos en el Mercado, aunque los precios fluctuarán en función de la oferta y la demanda global, así que ten cuidado.
También puedes comprar una cantidad determinada de cada recurso utilizando Goldmark, para salir de esas situaciones difíciles.

Espero que esto te ayude, y te deseo suerte en el campo de batalla, General.