El Índice de Poder

En Supremacy 1914, los jugadores se clasifican según su Índice de Poder, o "IoP". Este número, que aparece junto al nombre de cada jugador en el Daily European, es relativo y denota la cuota de poder de todos los jugadores que participan en la partida.

Hay dos vías principales para aumentar tu propio IoP, y puedes priorizar una sobre la otra, o equilibrar tus esfuerzos en ambas.

Desarrollo

El primer camino hacia la victoria tiene que ver con el poder y la estabilidad de tu nación. Puedes aumentar tu IoP haciendo lo siguiente:
  • Conquistando territorio.
  • Construir y mejorar las estructuras.
  • Mejorando la moral de tus ciudadanos.
A medida que envíes tus ejércitos más allá de la línea del frente y hacia el territorio enemigo, simultáneamente dañarás su IoP y aumentarás el tuyo, por lo que la dominación mundial es la ruta más obvia hacia la victoria.

Dicho esto, Supremacy 1914 se basa en la estrategia a largo plazo, por lo que no será tan sencillo. También debes asegurarte de que tu economía pueda seguir el ritmo de tus ambiciones, lo que significa que también debes vigilar tu propio territorio.

Construir y mejorar las estructuras dentro del territorio que controlas no sólo es una parte esencial para mantener a tu ejército alimentado, abastecido de combustible y luchando, sino que también aumenta tu IoP, por lo que mantenerse al día con los desarrollos económicos e industriales de tus vecinos es absolutamente necesario para ganar el juego.

Por último, el alma de tu nación: su gente. Sin civiles que mantengan tus fábricas en funcionamiento y tus infraestructuras operativas, no puedes llamarte con derecho un líder. Su moral se mide en función de la provincia, y cuanto más alta sea tu moral general, mejor será tu Índice de Poder.

Sabotaje

El Índice de Poder es un número relativo, y puede fluctuar en función del rendimiento de tus vecinos y rivales. Aunque esta carrera armamentística global puede parecer intimidante al principio, ya que sientes la presión de desarrollar tu nación y superar a tus enemigos, también abre unas cuantas vías furtivas para conseguir una ventaja.

Recuerda que el IoP se ve afectado por las estructuras que controla una nación y por la moral de sus habitantes, y lo que esto significa para ti:

+Los edificios pueden ser destruidos sin anexionar una provincia.
-La moral puede ser dañada directamente.

En el siglo XX, se produjeron muchos desarrollos y avances en la tecnología militar, que le serán de gran utilidad en sus esfuerzos. Posicionar piezas de artillería y buques de guerra al alcance del territorio enemigo te permitirá ordenar el bombardeo de edificios enemigos. También puedes encomendar estas misiones a escuadrones de bombarderos y arrasar ciudades que pueden estar demasiado bien defendidas o alejadas como para invadirlas razonablemente con tus fuerzas terrestres. La destrucción resultante hará bajar el índice de poder del enemigo, lo que a su vez mejorará el tuyo.

Esto también será enormemente perjudicial para la moral de las provincias que ataques, y el IoP del enemigo se verá igualmente afectado. Puedes agravar este efecto enviando espías en campañas de sabotaje y desinformación, con lo que conseguirás grandes efectos sin riesgo para tus propias fuerzas.

La fórmula ganadora

Así que ahí lo tienes: si quieres gobernar el mundo, debes empezar por dominar tu propia nación, y entender los recursos a tu disposición.

Buena suerte en el campo, General.